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El partido del Mundial entre Algeria y Eslovenia ha sido primero de un Mundial que no se juega sobre un césped totalmente natural, ya que la FIFA ha diseñado una mezcla de hierba y componentes sintéticos para jugar en los estadios sudafricanos de Polokwane y Nelspruit.
Algerianos y eslovenos tuvieron la oportunidad de entrenar el césped el sábado y el defensor africano Majid Bougherra cree que provoca un juego “más rápido”. Por su parte, el defensa esloveno Bostjan Cesar estima que el balón “rueda con más suavidad”.
Problemas para llegar a los estadios
Muchos aficionados no han podido llegar a los estadios por falta de transporte, según ha reconocido la FIFA, que achaca a este problema los vacíos en las gradas observados en algunos encuentros.
“Algunas personas no pudieron llegar a los estadios y hemos pedido que se investigue este asunto. Particularmente parece que afecta a las entradas distribuidas a grupos”, explicó el director de Comunicación de la FIFA, Nicolas Maingot.
La FIFA se felicita, no obstante, de que en los cinco primeros partidos del Mundial se haya alcanzado un promedio de 54.887 espectadores por encuentro, el segundo más alto desde Estados Unidos’94 (68.991). El Comité Organizador reconoció también los fallos, no obstante, aprovechó la ocasión para volver a pedir a los aficionados que utilicen el transporte público.
shuleria 